martes, 20 de mayo de 2008

DIFICIL DE ABORDAR

CONSEJOS. Posibles explicaciones ante temas difíciles
Vamos a hablar sin rodeos
EN OCASIONES, LO QUE LOS ADULTOS CONSIDERAMOS UN TEMA ESPINOSO O DIFÍCIL DE HABLAR, NO LO ES PARA LOS PEQUEÑOS. ¿SABE QUÉ RESPUESTAS DAR ANTE UNA PREGUNTA INESPERADA O POLÉMICA?"
LA MUERTE
Hay conceptos clave que debe manejar cuando habla de la muerte: al niño debe quedarle claro que si una persona muere, no la verá más; que todos podemos morir y sucederá algún día, no sabemos cómo ni cuándo, pero es más probable que ocurra a medida que pasa el tiempo.
No lo haga. No niegue la muerte ni la sublimice. Si le dice que el abuelito se fue a un lugar maravilloso, lleno de pajaritos y que la está pasando mucho mejor que en este mundo, su hijo tal vez le diga un día que quiere morirse para poder ir a visitar a su abuelo.
El duelo. Como recomienda el psicólogo Roberto Lerner, los niños deben aprender lo que es el duelo. Y algo tan sencillo como no reemplazar un juguete de inmediato o apenas se dañe es un tipo de entrenamiento para el duelo.
El sepelio. "Un niño debe hacer lo que es natural en la familia. Si esta tiene una tradición e identidad cultural y religiosa clara, el niño puede participar", aconseja el especialista. De la misma opinión es el psiquiatra Pedro Morales, pues afirma que participar en un sepelio hace que este forme parte de la vida.
Una opción. En Dau Escuela de Vida se brinda un taller de tanatología dirigido a adultos en el que se aborda el tema de la muerte desde distintos puntos de vista e incluye cómo los niños enfrentan la muerte. Informes: 252-9639.
Una lectura.
"Annie y la anciana", de Miska Miles.
LA HOMOSEXUALIDADUna vez más, antes de brindar un elaborado discurso para explicarle a su hijo qué es la homosexualidad, resulta importante --dice el psiquiatra Pedro Morales-- la actitud que los padres manejan frente a esta: ¿La toman como un tema más o pegan el grito en el cielo? Al darle la explicación al niño evite adjetivizar o usar términos como 'normal', 'anormal' o 'esperado'.
Siempre la verdad. Apueste por la información limpia de prejuicios o juicios morales. Una explicación que puede dar es que así como existen hombres y mujeres que se enamoran, es posible el amor entre personas del mismo sexo. Es una realidad que existe y siempre ha existido, puede añadir.
¿Y tú que crees? Pregunte al niño por su opinión del tema. Si él le dice: ¿Qué es gay?, respóndale: ¿Y tú que crees que es? De este modo sabrá hacia dónde se orienta su interrogante y le brindará la respuesta adecuada a su curiosidad.
Una opción. El libro "Rey y rey" de Linda de Haan y Stern Nijland, publicado por la editorial Serres. Comparta la lectura con su hijo y esté atento a las interrogantes que surjan mientras leen.
EL DIVORCIOAnte un hecho sin explicación, el niño elaborará su propia teoría. Y si usted no le explica que el divorcio es un asunto de pareja o no tiene aún claro qué decirle, es probable que el pequeño se sienta culpable de la separación de sus padres y empiece a desarrollar una serie de síntomas como volverse irritable, irascible, nervioso, morderse las uñas manifestando una ansiedad contenida.
Tranquilícelo. "Al decirle a su hijo algo tan simple como 'tenemos problemas (como pareja) que no tienen que ver contigo y no es tu culpa', disminuirá la tensión en su pequeño", dice la psicóloga Silvia Ochoa. No solo brinde explicaciones, escuche las preguntas que su niño tiene al respecto e indague por las emociones que lo asalten.
El amor es uno. Déjele en claro que el amor entre la pareja no es el mismo que entre hermanos o de padres a hijo. Dígale que la separación no afectará estas relaciones, y papá y mamá ya no serán esposos, pero seguirán siendo sus padres por siempre.
Un lenguaje de emociones. Más allá de las explicaciones necesarias, dele a sus pequeños seguridad emocional y exprésele su cariño sin temor.
Sin miedo a responder
Por Daniel Dreifuss. Psicólogo
¿Hasta qué punto --piensan algunos adultos-- se debe 'contaminar' la mente infantil con información que pueda dañar su inocencia y causarles perjuicio?
La experiencia demuestra que el problema radica en los adultos y su propia dificultad de abordar adecuadamente temas espinosos. Debemos admitir que se pone en los niños la incapacidad de entender, cuando la realidad habla de temores y dudas que los adultos no han resuelto.
Cuando en casa hay algún problema, los niños lo perciben. Y cuando no reciben explicaciones adecuadas, ellos mismos se las dan. Complica más dar explicaciones superficiales o confusas que no coinciden con la realidad de los hechos. Los padres dejamos de ser sujetos de confianza y en el futuro no seremos consultados en ningún tópico importante. Por lo general, cuando un padre o una madre habla con claridad y cariño con sus hijos sobre cualquier tema, lo que van a encontrar es que escuchan con atención y alivio porque están recibiendo información de las personas de mayor confianza. Más allá de nuestra respuesta, lo que reciben es nuestro respeto y consideración a sus inquietudes.
FUENTE: EL COMERCIO

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